aqui esta el enlace para que podamos ver la ley de bancos en el salvador aqui nos dira todo y como debe estar formado y regula y como debera funcionar la banca en el salvador.
http://www.ssf.gob.sv/descargas/Leyes/Leyes%20Financieras/Ley%20de%20Bancos.pdf
a continuacion mencionare una fraccion de la historia de los bancos en el salvador
n
El Salvador durante algún
tiempo hubo tres
bancos emisores los bancos salvadoreño, Occidental y Agrícola comercial funcados en 1885, 1889 y 1895, respectivamente. Las actividades de estos bancos eran vigiladas por
el Estado mediante una serie de
leyes y reglamentos como la Ley de Bancos de Emisión del 4 de mayo de 1889, la Ley del 6 de mayo de 1910, que establecen que los bancos están en obligación de suministrar al
Gobierno los
datos que sean necesarios para arqueos y balances, la Ley Moratoria y Reformas de lOS años 1932 y 1933, entre otras.
No obstante con la aplicación de estas leyes, que tenían por objeto acrecentar la confianza del público en 05 bancos, no pudo alcanzarse la estabilidad de la moneda del país porque faltaba una
organización central capaz de regularizar el
volumen total del
dinero y del
crédito y al mismo tiempo, mantener la estabilidad externa de la moneda nacional.
Cada uno de los bancos pudo emitir billetes a voluntad siempre que mantuviera la cobertura prescrita por la ley. En los tiempos de prosperidad, si el
precio del
café subía, los bancos disponían de grandes
recursos que hacía aumentar los
créditos. Mientras que por falta de previsión, se desperdiciaba la ocasión de acumular reservas para hacer frente a los malos tiempos. Las reservas hubieran permitido regular el
cambio y conceder créditos suficientes en las malas épocas, cuando más necesidad hubiera de ellos.
Quedó demostrado el fracaso de esta política bancaria cuando bajaron los
precios del café a consecuencia de la
crisis mundial, lo que redujo la cantidad de
divisas que ingresaron al país y obligó a los bancos emisores a restringir la cantidad de billetes en circulación y a reducir súbitamente el volumen del crédito, provocando de esta manera una deflación repentina.
A raíz de esto, no quedó otro remedio que promulgar el decreto del 7 de octubre de 1931 declarando la inconvertibilidad de los billetes, lo que provocó fluctuaciones constantes y violentas en el precio del dólar, que llegaron a cotizarse a más del 300% de su
valor en 1933.
Una de las propuestas para subsanar la crisis nacional fue la fundación de un banco central. El primer intento infructuoso se dio en 1933, cuando el Gobierno de
El Salvador adquirió las
acciones del Banco Agrícola Comercial, empeñado en convertirlo en el Banco de
El Salvador, para que hiciera las
funciones de un banco central; pero para este tiempo el
proyecto no llegó a concretarse. Se necesitó de la asesoría y ayuda de un delegado del Banco de
Inglaterra para formular el proyecto que haría realidad la creación del Banco Central de Reserva de El Salvador.
A fines de 1933, el Gobierno de
la República le encargó al Señor Frederick Francis Joseph Powell y a su ayudante Gordon Víctor Richdale, el estudio de las condiciones de la
economía salvadoreña y los
procedimientos operativos de las
instituciones de crédito en El Salvador, para que dieran un
diagnósticode la situación económica imperante en el país. El
Informe Powell concluyó que la
estructura bancaria salvadoreña debería ser organizada sobre la base de un banco central, concebido dentro de un sistema ortodoxo, tradicionalista, que se encargara de mantener y resguardar la moneda y el credito y teniendo la facultad exclusiva de emitir billetes.
Según el Informe Powell, el banco central debería ser creado con el
objetivo principal de controlar el volumen del crédito y la
demanda de medio circulante, para asegurar la estabilidad del valor externo del colón, moneda nacional. La creación del banco central comprometía al Gobierno a mantener un
equilibrio del
presupuesto fiscal y a que la institución debería estar libre de influencia gubernamental.
Para establecer una clásica organización de la banca central en El Salvador, el Señor Powell recomendó normar las condiciones esenciales que regirían el funcionamiento de la institución, tales como el alto grado de liquidez que le permitiera realizar plenamente sus funciones, su
capital que debería de estar en manos del público y de los bancos y la representatividad de los sectores de la economía en su Junta Directiva.
Indicó también el Señor Powell que debería depositarse los fondos del Gobierno y de todas sus dependencias en el nuevo banco y que los bancos comerciales deberían mantener al menos 10% de sus depósitos en la Institución con el fin de formar la base para un sistema de compensación administrado por el Banco Central. También recomendó que debería mantenerse una reserva mínima en
oro del 30% en respaldo a los billetes y
obligaciones a la vista y que nunca compitiera en forma activa con los bancos comerciales. Este proyecto fue planteado al Gobierno el 8 de marzo de
1934.